Queridos hermanos:

Los saludo en el nombre de Dios y pido los Bendiga.

Dios es un Padre que nos ama infinitamente a cada uno, agradecidos, como parte de su familia, aportamos un día de salario que es nuestro DIEZMO para apoyar las tareas de la Iglesia Diocesana en el cuidado de los sacerdotes que han trabajado en nuestras comunidades y ahora son ancianos o enfermos, para ayudar a las comunidades necesitadas, para las tareas de Evangelización.

Dios me ama, la Iglesia es la comunidad que nos cuida y nos anima a vivir en santidad y agradecidos con Jesús comparto un poco de los bienes que el mismo Dios me da.